
Varios fieles rezan dentro de ataúdes durante una ceremonia budista en el templo de Wat Prommanee, en Nakhon Nayok (Tailandia). Miles de tailandeses budistas pagan a diario 180 bahts (unos 3,8 euros) para asistir al ritual de la resurrección y tumbarse en féretros con un ramo de flores, realizar cantos por la muerte simbólica,libros,y levantarse con el karma limpio para un nuevo comienzo en la vida.
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